La unidad económica doméstica de los matlatzincas, se encuentra fortalecida por actividades derivadas del sector primario. Su población ocupada, realiza actividades agropecuarias, como son la agricultura y la ganadería.
El comportamiento climático y la disposición de agua en forma permanente que ofrece el río verde, son determinantes en la práctica agrícola; por lo anterior, existe una agricultura de temporal y riego, destacando la primera de éstas. Los cultivos predominantes en la región son: maíz, frijol, haba y chícharo. Los tres primeros cultivos son destinados a la dieta alimenticia de las familias matlatzincas; la producción de chícharo, en mayor medida es con fines comerciales. Existe otro tipo de cultivos como son: avena y cebada, forrajes destinados a la alimentación de ganado ovino, bovino y equino.
La geografía accidentada que compone el paisaje determina el sistema de cultivo. En los valles, el sistema es a través de surcos o canaletas que en su parte alomada permite alojar la planta. En laderas y zonas deforestadas, el cultivo de maíz es a través de terrazas, con el propósito de aprovechar al máximo el agua y contrarrestar el fenómeno de erosión.
La tecnología que emplean los campesinos indígenas matlatzincas es rudimentaria; el arado de tracción animal, segadera (hoz), pala y azadón constituyen el equipo y herramienta básica de la agricultura.
Los bajos recursos económicos, dificultan la mecanización de su campo; sin embargo, esto no es una constante, algunos campesinos tienen la posibilidad de adquirir maquinaria agrícola, sobre todo, tractor con sus correspondientes implementos.
La ganadería constituye una actividad de traspatio; destaca el ganado ovino, bovino, vacuno, porcino y equino. El último de estos es utilizado en actividades del campo y en el acarreo de leña. Pequeñas parvadas de gallinas, guajolotes, patos y gansos, conforman las aves de corral.