Consejo Estatal para el Desarrollo Integral de los Pueblos Indígenas

Secretaría de Bienestar

Usos y Costumbres

El crecimiento urbano, en gran parte de la zona conurbada del Estado, ha absorbido municipios, pueblos y comunidades, incluso casi todas las de origen náhuatl. Sus habitantes han visto cambiar su forma de vida tradicional, al ser integrados a la vida de la ciudad, aunque la gran mayoría conserva la esencia de su cultura y tradiciones.

Los nahuas que emigran y los que viven en las zonas urbanas, mantienen vínculos de identidad con su comunidad y con sus antecedentes culturales, a través de la familia y de su participación en las festividades religiosas de los santos patronos de sus respectivos poblados, así como en la organización social que con ese propósito generan.

La cosmovisión náhuatl se basa en un principio fundamental que rige su sistema de representaciones: la dualidad. A partir de este principio se explica la diversidad del cosmos, su orden y su movimiento. Los elementos que componen el mundo terrenal y el sobrenatural son concebidos bajo este principio y, a partir de éste, los opuestos como frío/caliente, día/noche, masculino/femenino, arriba/abajo, nacimiento/muerte. Esta división actúa como principio organizador y regulador de su universo. La naturaleza posee un poder sobrenatural y es la depositaria de las fuerzas del cosmos, la morada de los dioses, "dueños del cerro, del agua, del fuego y del viento, que gobiernan su hábitat. Una forma de mantener el orden es a través de los rituales y las ofrendas concedidas en ocasiones determinadas y en lugares especiales.

La tierra, principal fuente de vida, es considerada de género masculino y femenino; su fruto más importante es el maíz, el cual se compara con el hombre porque entre ellos hay analogía en su ciclo de vida. El maíz es la planta sagrada que requiere de cuidados y protección a través de ofrendas y prácticas rituales. El Sol, principal divinidad celeste, es considerado ofrendador de vida y está asociado a Cristo.

La fiesta de Corpus Christi, en muchas comunidades, es una celebración dedicada al Sol; la Santa Cruz está relacionada con el ciclo agrícola, y es la fecha en que en las milpas se colocan ofrendas y se lleva en procesión al Santo Entierrito para pedir por las buenas cosechas.