El vestido de la mujer mazahua, constituye una preservación cultural, está compuesto de falda de manta blanca que remata con bordados de motivos zoomórficos o florales. Sobre esa falda, usa otra de satín, de colores fuertes, como el amarillo, rosa mexicano, morado, verde, lila y azul rey.
La mujer mazahua también utiliza una faja de lana muy larga, hecha a mano, que alcanza para darle varias vueltas a su cintura. La blusa es del mismo material y color que los de la falda. El vestido se adorna con un collar de cuentas de papelillo, de numerosos hilos, cuyo color contrasta con propio vestido.
El adorno se complementa con grandes arracadas de filigrana y con cintas que utiliza en sus trenzas, que pueden ser de color rojo, verde o guinda.
La indumentaria del hombre consta de camisa, pantalón de manta blanca y huaraches; en algunos lugares es común que se amarre una faja en la cintura semejante a la de la mujer. Sin embargo, este tipo de vestimenta paulatinamente entra en desuso, debido a su remplazo con prendas industrializadas.